venerdì 3 giugno 2011

Assonanze... primaverili...

... tra "El otoño del patriarca" e le 'amministrative' del maggio 2011...

Inizio

«La primera vez que lo encontraron, en el principio de su otoño, la nación estaba todavía bastante viva como para que él se sintiera amenazado de muerte hasta en la soledad de su dormitorio, y sin embargo gobernaba como si se supiera predestinado a no morirse jamás, pues aquello no parecía entonces una casa presidencial sino un mercado donde había que abrirse paso por entre ordenanzas descalzos que descargaban burros de hortalizas y huacales de gallinas en los corredores, saltando por encima de comadres con ahijados famélicos que dormían apelotonadas en las escaleras para esperar el milagro de la caridad oficial, había que eludir las corrientes de agua sucia de las concubinas deslenguadas que cambiaban por flores nuevas las flores nocturnas de los floreros y trapeaban los pisos y cantaban canciones de amores ilusorios al compás de las ramas secas con que venteaban las alfombras en los balcones, y todo aquello entre el escándalo de los funcionarios vitalicios que encontraban gallinas poniendo en las gavetas de los escritorios, y tráficos de putas y soldados en los retretes, y alborotos de pájaros, y peleas de perros callejeros en medio de las audiencias, porque nadie sabía quién era quién ni de parte de quién en aquel palacio de puertas abiertas dentro de cuyo desorden descomunal era imposible establecer dónde estaba el gobierno.»

Fine

«… porque nosotros sabíamos quiénes éramos, mientras él se quedó sin saberlo para siempre con el dulce silbido de su potra de muerto viejo tronchado de raíz por el trancazo de la muerte, volando entre el rumor oscuro de las últimas hojas heladas de su otoño hacia la patria de tinieblas de la verdad del olvido, agarrado de miedo a los trapos de hilachas podridas del balandrán de la muerte y ajeno a los clamores de las muchedumbres frenéticas que se echaban a las calles cantando los himnos de júbilo de la noticia jubilosa de su muerte y ajeno para siempre jamás a las músicas de liberación y los cohetes de gozo y las campanas de gloria que anunciaron al mundo la buena nueva de que el tiempo incontable de la eternidad había por fin terminado.»

Gabriel Garcia Márquez

«… perchè noi sapevamo chi eravamo, mentre lui rimase senza saperlo per sempre con il dolce fischio della sua puledra di morto vecchio troncato di netto dalla sprangata della morte, volando tra il rumore oscuro delle ultime foglie gelate del suo autunno verso la patria di tenebre della verità dell’oblio, aggrappato di paura agli stracci di filacce putride del drappo della morte e alieno ai clamori delle moltitudini frenetiche che si riversavano nelle strade cantando gli inni di giubilo al lieto annuncio della sua morte ed estraneo per sempre alle musiche di liberazione e ai razzi di gioia e le campane di gloria che annunciarono al mondo la buona novella che l’incalcolabile tempo dell’eternità era finalmente terminato.»

(trad. pdv)


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